Conjuración en Caracas para formar una Junta Suprema gubernativa (22 de noviembre de 1808)
Sr. Presidente, Gobernador y Capitán General: La nobilísima Ciudad de Caracas fue el primer escollo que halló en la España Americana la criminal felonía cometida por el Emperador de los Franceses en la persona de nuestro amado Rey y su Real Familia, y contra el honor y libertad de 1a Nación. En el mismo instante que tuvo la primera noticia de esta maldad, manifestó toda su indignación y este pueblo ilustre por tantos títulos no permitió que pasase un momento sin que se hiciese públicamente la proclamación de nuestro Soberano. Desde entonces ha observado prolijamente los pasos que ha dado la Nación en Europa, sus triunfos, su energía, y su opinión para con todas las Naciones del Mundo, y ha deducido por demostración que todos estos efectos bajo la protección divina, son debidos al voto general de los pueblos, explicados por medio de las Juntas que se han formado en los más principales, y con el nombre de Supremas en las Capitales de las Provincias. Sobre estas Juntas ha descansado y des