Apertura de la imprenta en Venezuela (1808)

Mucho tiempo ha que la ciudad de Carácas echaba ménos el establecimiento de la Imprenta. Los socios D. Mateo Gallagher y D. Jayme Lamb esperan tener la dicha de realizar tan justos deseos, y piden al publico, se sirva acoger favorablemente sus servicios.
Se debe al espontáneo interes del gobierno, y la concurrencia de otras autoridades el logro de un establecimiento que por muchos años, ha envidiado Carácas á otras poblaciones de ménos consideracion. La época de los Señores Capitan General, Don Juan de Casas, é Intendente de exercito Don Juan vicente de Arce, que hará la data de la introduccion de esta Arte benefica en la provincia de Venezuela; no podrá menso de merecer el grato recuero de la posteridad. Otras personas, tan respetables por sus luces como por su carácter, han contribuido mucho á desvanecer varios obstáculos, que casi habian hecho temer á esta ciudad el desvanecimiento de sus esperanzas; y se tendría la mayor satisfaccion en anunciar sus nombres al reconocimiento publico, si no se temiese ofender su modestia.
La utilidad de un establecimiento de esta clase, en una ciudad como Carácas, no pude dexar de ser obvia á cualquiera de sus ilustrados habitantes, no solo baxo los puntos de vista que ofrecen la Agricultura y el Comercio, sino tambien, la Politica y las Letras.
Se suplica por tanto á todos los Sugetos y Señoras, que por sus luces é inclinacion se halíen en estado de contribuir á la instrucción publica, y á la inocente recreacion que proporciona la literatura amena, ocurran con sus producciones, en Prosa ó Verso, á la oficina de la Imprenta, situada en la Calle de la Catedral, del lado opuesto á la Posada del Angel; y se ofrece corresponder a este favor empleando el mayor cuidado y prontitud en el despacho.
El precio del trabajo, sin perjuicio de las convenciones que particularmente pueden hacerse con los Impresores, se arreglará á la tarifa de veinte y quatro pesos por la primera centena de pliegos de este papel, y el tercio del dicho valor por cada una de las centenas siguientes.
Al mismo tiempo que se solicita la asistencia de todas las personas instruidas en las Ciencias y Artes, se dá al Publico la seguridad de que nada saldrá de la Prensa sin la previa inspeccion de las personas que al intento comisione el Gobierno, y que por consiguiente en nada de quanto se publique se hallará la menor cosa ofensiva á la Santa Religion Catolica, a las Leyes que gobiernan el pays, á las buenas costumbres, ni que pueda turbar el reposo ó dañar la reputacion de ningun individuo de la sociedad, á que los propietarios de La Prensa tienen en el dia el honor de pertenecer.
Con proporcion á esta tarifa, se imprimirá quanto se pida: -Libros de uso comun en las Aulas de la universidad, esquelas, conventos, é Iglesias; estados, circulares, hojas de servicios, y demas que se ofrezca en los trinales y oficinas publicas; esquelas de convites, papeleras y todo quanto sea necesario á los caballeros particulares; en inteligencia de que por la impresión de los papeles que lleven lineas y gobiernos deben aumentarse algo el precio de la tarifa comun.
Por ultimo, nada omitiran los impresores de quanto pueda contribuir al beneficio general, y tendran la mayor satisfaccione en someterse á quantas ideas se les comuniquen, dirigidas a la perfeccion de tan útil establecimiento.

La Gazeta de Caracas, 24 de octubre de 1808.

NOTA: Se conservó la grafía de la época.

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