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El primer choque de Caracas

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Editorial de “El Universal” del día 12 de julio de 1913. “UN PROBLEMA QUE NECESITA SOLUCIÓN” Caracas, julio 12 de 1913. _ Nosotros lo habíamos predicho. Tarde o temprano iba a suceder lo inevitable. Ayer, por desgracia, los hechos nos dieron la razón. A las once y media de la mañana, cuando Dios Febo estaba en su esplendor, dos de esos vehículos de motor que llaman inapropiadamente automóviles, y que andan por esas calles a 15 y hasta a veinte kilómetros por hora, tuvieron un encontronazo nada menos que en el ombligo de la ciudad, en la propia esquina de Las Gradillas. El vehículo manejado por el joven Gustavo Zingg “chocó” (si se nos permite usar este galicismo), con el otro que conducía el ingeniero alemán que fue traído con este objeto por la Casa Blohm de esta ciudad. Este espectáculo, casi terrorífico, no se había visto jamás en la Capital y puede afirmarse, sin cometer pecado, que todo Caracas desfiló por Las Gradillas a mirar el estado en que por justo y merecido

Miraflores de Sentimiento Muerto

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Un paseo por El Junquito

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A decir de sus cronistas, El Junquito ha sido un espacio de esparcimiento y recreación desde los años 50 y somos muchos los caraqueños quienes, en diferentes épocas, hemos ido a este lugar buscando despegarnos de la cotidianidad y bullicio de la ciudad. Hoy muchas cosas han cambiado. Hace poco llevé a mi hija para allá, quizá pensando que todo permanecería inmóvil en el tiempo, que me sentiría igual que en años anteriores, que mis hermosos recuerdos tomarían vida nuevamente. Pero no fue así, me equivoqué. Mientras recorría la vía, desde el kilómetro 0 hasta el pueblo de El Junquito (municipio Libertador y municipio Vargas), observé mucha desidia gubernamental, mucho abandono: botes de agua, derrumbes, huecos, fallas de borde, basura y una política turística inexistente, entre otras cosas. Además, vi muchos, pero muchos perros abandonados, cientos de ellos mojados, pasando frío, hambre, solitarios, a la buena de Dios y con una cara de tristeza que me carcomía el alma. Solo pen

La Caracas de ayer

De la casa al mundo

A 200 de la independencia, ¿cuánto hemos cambiado?

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Foto: www.ucab.edu.ve Hace algún tiempo, mientras realizaba una investigación, me encontré con el escrito Reflexiones sobre los obstáculos que se oponen al establecimiento sólido del gobierno democrático en las provincias de Venezuela y medios de removerlo, el cual llamó profundamente mi atención y me hizo reflexionar sobre el país que tenemos. Es por ello que quisiera compartir con ustedes un extracto de este documento, el cual apareció en el periódico Patriota de Venezuela en 1811 y cuyo escritor prefirió el anonimato. Una vez leído no quedará más que preguntarse cuánto hemos cambiado. “ Cual un niño que acaba de ver la luz, sólo oraba a tientas, y hubiera sido bien fácil encadenarle de nuevo, si los hierros se le hubiesen presentado con el halagüeño nombre de libertad, Libertad, Libertad; exclaman todos sin saber en qué consistía esta misma libertad que adoraban. Acostumbrado a no pensar jamás, la política le era tan desconocida como sus derechos, y puede asegurarse que aun los

Independencia de las colonias americanas