Tomado del libro Crónicas de Caracas de Arístides Rojas . Bóveda pestilente y pavorosa, mansión del crimen, de maldad morada, a sepulcro de vivos destinada, más que la tumba, fría y silenciosa: Como el averno, ardiente y calurosa, de insectos y reptiles habitada, por el temblor a ruina amenazada, ya imitación del caos, tenebrosa: Tú fuiste habitación del inocente al odio y al furor sacrificado, víctima de venganza e injusticia; No guardaste al malvado y delincuente, sino al que del contrato más sagrado rió sin temor, engaño ni malicia. Tomás Montilla al salir de prisión, 1812. ____________________ El tigre cruel, sanguinario, su propia especie perdona: ni por furor se abandona acapricho imaginario: Pero el hombre, de ordinario, siendo hermano al parecer, demuestra siempre placer en ser loco, caprichoso, porque se juzga dichoso en destruir su propio ser. Escrito por un patriota en el castillo de San Carlos (Maracaibo), 1813. _____________________ Bendigamos la gran ley que a independen